Sueño sin tí, sueño que sí, sueño que serás tú. No del todo, casi a ciegas, apenas un susurro. En un ataque inesperado, una leve contusión, una pequeña herida. Disparo a propulsión. El pecho abierto, sin protección.
Durante un instante, me tiembla el pulso, la sonrisa un poco también.La noche está oscura y no quiero huir. No quiero que tú lo hagas sin mí.
Te invento conmigo, te agarro y te tiro. Resbalas y caes. Yo no caigo contigo. Te pierdo de vista, no logro una pista y mientras tanto, silencio alrededor.
Escucho las sombras a la deriva, remuevo los restos del naufragio, no queda nada ya de tí. Y la espera vacía, se llena de agonía, tengo que seguir.
Apenas respiro, se congela el tiempo. Esto no puede ser real. Un viaje astral.
Soñando que sea sueño, abro los ojos y te veo amanecer. Dorado como el sol, sonríes y me abrazas. Un beso de buenos días. El mejor despertar en vida.
G. Ferestradé
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