jueves, 28 de noviembre de 2013

Perder el miedo a perder

Toda la vida recordándome que debía ser ordenada y no perder nada, pero en el camino me olvidé de recordar cada día al despertar que las cosas no tienen porque estar siempre en el mismo sitio donde las dejaste la noche anterior. Quizás las cambiaste de sitio y no te acuerdas de donde mirar. Quizás nunca estuvieron allí aunque tú creías verlo ciegamente. O, quizás, simplemente ya no las necesitas de la misma forma y pasan desapercibidas. Me empecé a acostumbrar a dejar de buscar cuando no lo encontraba todo igual. Traté de no ponerlo todo en orden. Intenté quitar dramatismo al asunto de perder. Fue entonces cuando caí en la cuenta de que a veces, no es malo perder algunas cosas y encontrar otras nuevas. Otras que no sabías ni que existían y que te ayudan a perder el miedo a perder. Y así, nunca dejas de buscar porque nunca sabes lo que puedes encontrar. Así vives intensamente cada momento sabiendo que puede que eso que tienes hoy, mañana ya no esté

                                                                                                                                    G.Ferestradé

lunes, 4 de noviembre de 2013

Cuestiones de vida

Debería preguntarte por qué. Por qué te empeñas en alimentar un pasado que ya no va a crecer y te quedas expectante a las puertas de un futuro que sólo tú puedes construir. Con tus ganas, tu ilusión, tu sabiduría y tu juventud llena de locuras, ésas que desatan la pasión, que le dan una vuelta de tuerca a cualquier problema. Ésas que consiguen cambiar el mundo y llenarlo de posibilidades. No importa qué o quién intente frenarte, no te detengas, continúa la lucha. Puede que pretendan cortarte las alas, demostrarte que no eres importante, manipular tu autoestima para que te hagas pequeño y dejes de creer que en tus manos está parte del poder que intentan robarte. Pero puede que no lo consigan. Manten esa independencia en tu mente, esa libertad de pensamiento que hace de tí alguien que debe ser escuchado y respetado. Busca la inspiración, conviértete en alguien creativo capaz de dibujar una realidad exótica llena de diferentes y digna de ser vivida. Que las diferencias no sean un problema, sino un motivo para progresar uniendo piezas de diversos orígenes. Al fin y al cabo, todos somos producto de la unión de dos diferentes. Y todos somos únicos. Conserva esa originalidad que te caracteriza y no desaproveches tu potencial. Sé especial y no dejes de hacer sentir a alguien especial. Y más que robar sus derechos, róbales una sonrisa al reconocérselos y luchar por ellos. Mientras tanto, entre tanta mentira e incoherencia, disfruta y ríe. Tarde o temprano esto se acaba y habrá que haber gastado la energía en algo. Mejor que sea en algo divertido.
                                                                                                                                                                                                                            G.Ferestradé

domingo, 20 de octubre de 2013

Cantando bajo la lluvia

Bendita locura. ¿Por qué no saltarse las reglas por un día? Dejarse atrapar por la inquietante sensación de desprenderse de los debería. Arrancar los pies del suelo y romper barreras más allá de lo establecido en el camino marcado. Crear la oportunidad con la improvisación. Elegir espontaneidad ante los problemas. Buscar en lo escondido lo que nunca esperábamos encontrar. Dejar de esperar a que se abra una puerta que no nos pertenece. Lanzarse. Evitar los "peros". Destruir los “para siempre” y convertirlos en “para ahora”. El “siempre” siempre se hace esperar .El ahora ya ha llegado y podría ser diferente.
                                                                                           G.Ferestradé
                                      
                                                                                                                

miércoles, 25 de septiembre de 2013

El vértigo de lo diferente


­­Dicen que a veces hay que cerrar los ojos y no pensar demasiado. Escuchar más el ritmo de tus latidos y descubrir con qué se aceleran. Encontrar tu pasión. Dicen que a veces es sano tomar asi algunas decisiones importantes en la vida. Algunas que cambian el rumbo de tu destino. Cuántas veces hemos soñado con hacer la maleta, echarnos la valentía a la espalda y deshacer la rutina. Coger el primer tren sin tener en cuenta el destino. Subirse y dejarse llevar sin preocuparse de donde parará. Cuántas veces hemos deseado por un momento, construir otra vida en otro lugar, empezar de cero. Respirar otro aire, compartir otras miradas, recorrer otro camino y encontrarse a uno mismo al final de él. Empezar un viaje que sabes donde comienza pero nunca donde acabará. Da vértigo pensarlo, pero es mejor no mirar abajo y saltar. Asi es como descubrí que las mejores cosas suceden cuando te construyes tus propias alas en lugar de esperar a que aparezcan de la nada, porque nada aparece si no se pone el empeño suficiente en construirlo. Pero hay que ser paciente y saber esperar, todo llega a su tiempo. No abandones en el primer intento, porque los pilares más sólidos tardan en cimentarse.

No siempre es fácil buscar un nuevo comienzo y no siempre se tiene éxito encontrándolo pero merece la pena intentarlo. Merece la pena salir ahí fuera, conocer y darse a conocer. Compartir ideas, intercambiar opiniones, abrir tu mente y darse cuenta de que tu forma de ver las cosas no es la única y verdadera y de lo mucho que podemos aprender de los demás.
Y solo cuando has visto cosas diferentes, puedes pensar diferente.                                                                                                                 
                                                                                           
                                                                                           G.Ferestradé


sábado, 29 de junio de 2013

Hoy me toca a mi

Después de un tiempo vagabundeando por nuestra vida, a veces necesitamos enfrascarnos en otras historias que nos hagan recordar que nuestro tiempo vale la pena y que nuestra historia también merece ser escuchada. Que estamos vivos. Que los días aburridos pueden convertirse en grandes días y que cada minuto cuenta. Que tenemos que bailar aunque los demás nos miren con cara de extrañados, porque eso significa que ellos también querrían hacerlo pero no se atreven.

El otro día me di cuenta de lo bonito que puede llegar a ser un baile, uno de los mejores que he visto en mi vida. El baile de la improvisación. Nada de profesionalidad, ni ensayos previos. Solo dos personas que querían demostrar al mundo lo felices que eran juntas. No había más que mirar la sonrisa de sus ojos. Sin pensárselo dos veces, se pusieron a bailar por todo el andén mientras los demás les mirábamos embelesados. Todos con las mismas ganas de poder compartir una escena así con alguien a quien queremos. Con las mismas ganas de reírnos del mundo y decir: "Hoy me toca a mi". Me pareció una actitud envidiable ante la vida. Bailar en lugar de quejarse porque el metro tarda mucho en llegar. Porque mientras estás ahí plantado en el andén, pensando en porque no fuiste andando o te cogiste un autobús, los minutos siguen pasando. Nunca se me había hecho tan amena la espera y en ese mismo instante, me di cuenta que mientras yo esperaba, otros preferían vivir.

Y esa escena me llevó a querer seguir conociendo historias ajenas que me enseñasen que el tiempo no es eterno y que la palabra "aburrimiento" debería estar prohibida. Me enfrasqué de nuevo en esas largas noches de páginas y páginas de historias, una costumbre que había perdido hacía meses y que tanto echaba de menos. Creo que he recuperado esa parte de mi, que me ha devuelto en ocasiones la sonrisa y en ocasiones las lágrimas. Pero qué mejor que llorar por un buen libro, una buena historia que has hecho parte de tí y que te ha llegado muy dentro. Una enseñanza que llevas contigo para el resto de tu vida, guardada en el bolsillo, a mano, para practicarla en cualquier momento.Y el último de ellos, como su propio título indica, me ha enseñado que los besos no se gastan, que un día sin demostrarle a alguien que le quieres es un día perdido. Cuántas cosas dejamos en la lista de espera para hacerlas otro día. Otro día que estemos más preparados, otro día que tengamos más valentía. Pero ese día nunca llega sino nos decidimos en el momento. No me gustan las listas de espera, creo que a nadie, asi que ¿Por qué poner nuestra vida en una lista de espera? Hoy también nos toca a nosotros.
                                                                                                                                           
                                                                                          G. Ferestradé
                                                                                                   

domingo, 16 de junio de 2013

Tiempo al tiempo

El tiempo es el sabio más viejo del mundo. Es el dueño del pasado y el creador del futuro. No regala falsas esperanzas y siempre cumple su promesa: pasa de largo y arrasa con todo lo que haya quedado a medias por el camino. Sabe lo que quiere, avanza sin sentir lástima por nada ni nadie. No tiene escrúpulos. No se deja detener, no es flexible. Y esa forma incesante de seguir adelante debería ser un ejemplo para cada uno de nosotros. Seguir mirando hacia el frente porque si nos damos mucho la vuelta corremos el riesgo de tropezar y caernos. 
Siempre el tiempo. El mejor reparador que existe. No se deja ver, pero sentimos su presencia en todo momento. Porque él crea la memoria, los recuerdos, los momentos y sólo tú tienes el poder de vivirlos o dejarlos pasar de largo.

No puedes pararlo pero sí decidir qué quieres hacer con él y cómo aprovecharlo. Eso sí, debes alcanzar su ritmo y avanzar a su lado. No te quedes atrás enredado en falsas ilusiones, pretendiendo que nuevas oportunidades vengan a buscarte. Sal al encuentro de nuevos momentos y aprovecha cada sensación que te brinden porque duran lo que dura un parpadeo. Cuando abras los ojos ya habrán pasado de largo.

Improvisa, no lo tengas todo planeado porque la vida es impredecible. No te adelantes al tiempo creando situaciones que no han llegado y no lo desperdicies desaprovechando situaciones que están sucediendo. Vive tu momento y dale siempre al tiempo la razón y sino tiempo al tiempo.

                                                                                                                                            G.Ferestradé

miércoles, 1 de mayo de 2013

Despidiendo finales

Me dijeron que disfrutara cada minuto que me regalara la vida porque el tiempo no tiene escrúpulos y nunca retrocede para permitirte vivir algo de nuevo. Cada momento es único y no pasa dos veces por el mismo camino. Me aconsejaron que fuera yo misma y que no tuviera miedo de sentir como yo lo hago. Que el sentir tiene un riesgo pero que merece la pena correrlo. Que me dejara llevar un poco más y que no me arrepintiera de nada de lo que hiciera porque todo tiene un porqué. Que todo sucede por alguna razón aunque no apreciemos cuál. Que nunca abandonara mi afán de perseguir sueños porque ellos me daban la constancia necesaria para ir consiguiendo, para ir llegando. Que no tuviera miedo a los finales porque me enseñarían que he sido capaz de terminar aquello que empecé o simplemente me enseñarían que las cosas no son eternas y que debía disfrutarlas desde su comienzo para no perderme nada por el camino. Que las trayectorias no siempre son rectas, que las rectas son aburridas y que las curvas dan emoción y adrenalina. Y que las emociones fuertes a veces son necesarias para no dormirnos en el viaje. Me recordaron que conocería a personas de todo tipo y que sus prioridades podian ser diferentes a las mías. Que podían ponerme la última en la lista de alguien que yo tenía en primer lugar. Que somos vulnerables y sufrimos vaivenes. Que la constancia no es nuestro fuerte. Que el amor llega despacio y se va tan rápido que nunca es suficiente, pero que no dejara de amar si quería hacerme grande y crecer.
Ahora que he llegado a uno de los muchos finales que aún me quedan por vivir, miro atrás y sonrío. Me gusta lo que recuerdo. Las cosas que he vivido. Las personas a las que he conocido. Cuantos días habré estado esperando que esto se termine y, sin embargo, ahora que lo veo tan cerca, me quedaría aferrada a tantos momentos que no sabria cuál elegir. He disfrutado, he soñado, he amado y estoy a punto de terminar aquello que hace cinco años empecé. Y, a pesar de todo, me quedo con este último, que me ha enseñado a conocer esa parte valiente de mí misma. Me ha hecho ver que el esfuerzo nunca es en vano. Que si quieres conseguir algo, debes intentarlo primero y no quedarte solo en el deseo,porque así es como empiezan los grandes retos, las grandes vivencias, los grandes comienzos. Me ha dado algún que otro revés, algún que otro obstáculo, pero que desde el ángulo y enfoque correctos se aprecian como colisiones con las que aprendemos a enfrentarnos a situaciones que nos dan perspectiva y nos ayudan a distinguir mejor que queremos de la vida. 
Parece que esto se acaba y no hay marcha atrás. Ha sido un placer haberte vivido y haberte sufrido. Gracias a todos los compañeros que han compartido algún retazo de estos años o gran parte de ellos. Compañeros de clase y de fuera de ella.Compañeros de viaje que me han ayudado a seguir adelante y no rendirme. A todos aquellos que han pasado por mi vida en estos años, esteis o no cerca mio. Porque gracias a vosotros estoy llegando al final.
                                                                                                                         G. Ferestradé

miércoles, 24 de abril de 2013

Creando magia

Dicen que hay que estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. Y que entonces, sin saber porqué, ocurre. Lo mejor es que tú no sabes que estás en el lugar y situación perfectos para que pase y te pilla desprevenido. Simplemente ocurre. A veces, es cuestión de suerte. Otras, de no tenerle miedo a lo que está por venir. En la mayoría de los casos, es una mezcla de las dos cosas. Y lo que nunca puede faltar: el factor sorpresa, que da el toque de emoción necesario para que todos los momentos de esta vida sean mágicos.Porque si fueramos conscientes de todo lo que nos va a pasar desde que comenzamos nuestra historia, no experimentaríamos muchas de las sensaciones que nos hacen valorar que estamos vivos, que esto es real y que merece la pena luchar por mantenerse en lo alto hasta el final. Abrir los ojos cada día y hacer cómplice a la felicidad de nuestra existencia.

                                                                                                                       G. Ferestradé


domingo, 7 de abril de 2013

Aires de fortaleza

Salir ahí fuera y enfrentarse no es siempre fácil. Estamos demasiado expuestos a agresiones externas y no contentos con eso a veces nos empeñamos en agredirnos a nosotros mismos por dentro.Nos gusta ponernos las cosas más complicadas de lo que son y lo peor es que pensamos que los obstáculos nos los están poniendo los demás que no nos dejan avanzar.
Nos da verguenza reconocer que hemos perdido el rumbo, que necesitamos ayuda porque tenemos miedo y no sabemos cuál es el siguiente paso. No somos superhéroes y no tenemos una fuerza infinita. Podemos pedir prestado unas cuantas sonrisas, algún que otro abrazo, un poco de norte y una mano amiga que te agarre cuando vengan turbulencias. A veces te sorprenderá que estos préstamos se convierten en verdaderos regalos. Y, son mucho mejores que cualquier otro. No solo no se devuelven sino que se quedan contigo de por vida.
Mostrar la debilidad y la flaqueza en ciertos momentos no es de débiles sino de valientes. Y cuando eres capaz de ver de nuevo, recuperas con doble intensidad todas tus capacidades y estás plenamente dipuesto a salir ahí fuera a comerte el mundo.
Devorar dificultades, abarcar todo tipo de posibilidades con nuestro par de brazos y respirar aire de nuevas metas son las mejores sensaciones del mundo. 
Qué plenitud.
                                                                                                G. Ferestradé


                                                                                                                 


Curvas

Solía pensar que había cosas que nunca cambiarían, que permanecerían ahí para siempre, conmigo. Incondicionales. Pero la naturaleza de nuestro mundo es cambiante. Idas y venidas. Las cosas cambian, las personas cambian, las ideas evolucionan. Y supongo que no es malo, pero cuesta asumir que nunca tendremos la seguridad de algo seguro. Qué paradoja, pero qué emocionante. Sin embargo, entre tantos desatinos creo que estaba cerca de llegar al final. La gran meta. Había sido un año complicado, un camino tortuoso. Demasiadas curvas, para mi gusto. Sin embargo, una gran canción sonaba en mi cabeza: "Nada es eterno, todo llega a su fin". Y, para bien o para mal, todo acaba para dar comienza a una nueva etapa, una nueva historia. Ir cerrando puertas para poder abrir otras. ¿Quién dijo miedo?Lo desconocido también puede ser fascinante.



                                                                                                                            G.Ferestradé

domingo, 10 de marzo de 2013

Momentos

La vida son momentos. Un día te levantas y estás arriba, en lo alto del cielo, casi acariciando el sol y al día siguiente te despiertas en la misma cama pero cien metros más abajo. No paras de buscar la luz que te guíe y te oriente hacia el camino adecuado. Estás perdido y sin rumbo hasta que te das cuenta de que el sol nunca se fue, eres tú el que estaba ciego y no sabías apreciar su calidez. Ahí estaba la luz y tus ojos cerrados. Pero ¿Sabes lo mejor de esta vida?Que puedes elegir. Elegir poner una sonrisa ante una adversidad. Elegir saltar un obstáculo para dejarlo atrás en vez de quedarse mirándolo parado. Elegir el esfuerzo como opción y no como obligación. Lo más bonito es sentir que todavía queda mucha fuerza por sacar y mucha carrera por recorrer. Que las oportunidades abundan si sabes buscarlas y que si buscas, encontrarás. Nada es en vano. No tenemos tiempo para esperar a ser felices. Ya está sucediendo, cada momento es una elección. Elige ser feliz.
                                                                                                                            G.Ferestradé

viernes, 22 de febrero de 2013

Apostando por la realidad

"Ojalá hubiera sido diferente"...Siempre esperando que las cosas sean como no son, nos empeñamos con esmero en crear en nuestra imaginación situaciones que nunca van a ocurrir y empleamos toda nuestra fuerza en esperar a que sucedan en vez de arreglar nuestra realidad. Al final es agotador vivir en las nubes. Es hora de poner los pies en la tierra y luchar. Busca lo que quieres y toma decisiones, no dejes que otros las tomen por ti. Sé valiente y arriesgate. No pierdes nada.

                                                                                                  G.Ferestradé

lunes, 14 de enero de 2013

Tú, ti, te, contigo

A veces, simplemente se trata de cerrar los ojos y creer que es posible. Pero, la mayoría de las veces, eso es solo el principio.
El otro día vi algo que aparte de instarme a actuar, me enseñó que si quieres, puedes.
Sin embargo, siempre pensamos que tienen más posibilidades de ganar nuestras limitaciones que nuestra voluntad. Necesitamos constantemente una motivación externa que nos facilite las cosas, que nos permita tener más fe en nosotros mismos y gracias a la cual poder avanzar. Necesitamos que nuestra gente más allegada nos de ánimo y aliento en cada decisión y, equivocadamente, acabamos dando por hecho que son ellos los que tienen que tener fe en nosotros y nuestro progreso, cuando en verdad, somos nosotros quienes nos debemos esa fidelidad. 

Al fin y al cabo, el único que reside dentro de tí mismo, eres tú y el único que puede reprocharte, pedirte y exigirte, eres tú. Porque eres quien ha vivido contigo desde el principio, quien más te conoce aunque pretendas negarlo para eximirte de responsabilidades y con quien, con todo seguridad, estarás el resto de tu vida. Lo demás es una incógnita, y además es inconstante, pero precisamente por eso, tú te debes constancia a tí mismo. Al fin y al cabo, qué menos que cuidarte y velar por tí. Si no lo haces, acabas esperando que otros lo hagan en tu lugar y siempre te parecerá insuficiente, porque hay cosas que solo puede hacer uno por sí mismo. Y, perdón por repetir en exceso las palabras tú, tí, te, contigo, pero a veces son necesarias.

Y, cuando te mimes y te quieras, serás capaz de entregarte a los demás, sin sentir una carencia y vacuidad total. Entonces, podremos dar más de nosotros al mundo, sacar una sonrisa de agradecimiento, estar dispuestos a dar sin recibir a cambio y, por supuesto, estaremos un poquito más cerca de la felicidad. Creo que esa palabra está sobrevalorada. Creo que pequeños gestos conforman una gran felicidad o llámalo alegría o plenitud o bienestar. La felicidad no es tan difícil de alcanzar. Pruébalo y verás.


                                         
                                                                                                                            G.Ferestradé

jueves, 10 de enero de 2013

¿Quién quieres ser?

Sobredosis de naturalidad

Plausible ejercicio en la intimidad

Jugar a ser uno mismo en el partido de la realidad

¿Quién es el campeón? ¿Cuál es el premio?

Agota estar al servicio de los demás

Esculpir sus sueños con sonrisas de estereotipo

Adorar el santo beneficio de no defraudar

Y olvidar el enorme desgaste de olvidarse

Empezar a construirse de nuevo cada día

Para encajar en el molde de la sociedad

Ignorando que a cada momento se derrumba tu identidad

Qué difícil es mantenerse a flote en un vaivén de olas de influencias

Qué cómodo es dejarse arrastrar por la corriente hasta tocar fondo y despertar

                                                                                   G.Ferestradé